Hoy os doy consejos a tener en cuenta para nuestras dietas, consejos utiles.
1.- No te prives de nada, siempre y cuando el cuerpo te lo pida. No significa que haya barra libre. Es hora de preguntarnos “¿qué nos pide el cuerpo?”. La nutricionista de Harvard, Michelle Gallant, nos recomienda que prestemos atención a los efectos de la comida en nuestro organismo: qué nos sienta bien, qué nos sienta mal, qué necesitamos comer…
2.- Confiar en las señales internas del hambre.¿Crees que en tu caso no harás más que ir a la nevera? Te enseñamos otro truco de la nutricionista Tracy Tylka: anota los síntomas y sensaciones físicas que tienes antes de comer, cuando tienes hambre, y después de comer, una vez saciada. A partir de ahí te será fácil establecer un ranking para comprobar cuánto hambre tienes en realidad.
3.- No confundas sed con hambre. Suele ser muy común. Prueba a beber un vaso de agua antes de lanzarte a picotear. 4.- Come siempre por razones físicas, no por razones emocionales. Este punto es el más difícil, ya que la mayoría nos descontrolamos cuando estamos tristes, felices, aburridos o estresados. El sobrepeso suele tener causas psicológicas y –por otra parte- la comida no solucionará estos problemas (además de ralentizar tu metabolismo).
5.- Si comes por ansiedad, no te culpabilices. Solo recuerda que “el primer bocado a una onza de chocolate no tendrá el mismo sabor que el tercero o el cuarto”. Aprende a parar.
6.- Come de la forma más lenta posible y nunca lo hagas cuando estás distraída. Al principio es necesario que lo hagas como si fuera un ritual. Con el tiempo (recuerda que esto no es una dieta, sino una forma de vida) no será tan necesario.
7.- Antes de comer, también puedes realizar ejercicios respiratorios de relajación. Es lo que denominan “Mindful Eating”: tienes que conseguir que la comida sea una experiencia de atención plena.
8.- Mientras comes, vete preguntándote mentalmente cuánta hambre tienes aún y cuánto te falta para estar saciado. Cuando hayas alcanzado este punto, deja de comer: da igual si aún te queda comida en el plato.
9.- No hay alimentos buenos ni malos. Si has tomado un alimento muy calórico, tu organismo se irá autorregulando y pedirá algo ligero para la siguiente comida. Confía en tu cuerpo.
10. – No te peses más de una vez cada 15 días. Pesarse obsesivamente es perjudicial. Además, recuerda que el peso corporal fluctúa por muchos factores. No te guíes ni por tu índice de masa corporal ni por cánones estéticos. El objetivo: sentirte sana.
Espero que os sirva de ayuda y lo más importantes es no obsesionarse y aceptarse a uno mismo, partiendo de ahí seremos más felices.